Alopecia cicatricial: causas, diagnóstico, tratamientos

27/03/2025

Si has notado zonas sin cabello que no vuelven a crecer, puede que estés frente a la alopecia cicatricial. Y es que a diferencia de otros tipos de caída del pelo, aquí los folículos quedan dañados de forma irreversible. Pero, ¿qué la causa? ¿Cómo se diagnostica? Y lo más importante, ¿qué opciones existen para tratarla? En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta condición y qué hacer si te afecta.

¿Qué es la alopecia cicatricial?

La alopecia cicatricial es una forma de pérdida de cabello que ocurre debido a la destrucción permanente de los folículos pilosos. En lugar de producir cabello, las áreas afectadas desarrollan cicatrices fibrosas que impiden cualquier regeneración capilar. Esto puede ocurrir en sectores específicos del cuero cabelludo, dejando zonas lisas y brillantes.

Cabe mencionar que existen dos tipos principales: las alopecias cicatriciales primarias, causadas por procesos inflamatorios o autoinmunes que afectan directamente los folículos pilosos, y las secundarias, que son el resultado de lesiones externas como quemaduras, traumatismos o infecciones graves. Ambas variantes comparten el mismo desenlace: la pérdida definitiva del cabello en las áreas afectadas.

Causas principales de la alopecia cicatricial

Las causas detrás de la alopecia cicatricial son variadas y dependen del tipo específico. En las formas primarias, los procesos inflamatorios crónicos como el liquen plano pilar o el lupus eritematoso discoide son culpables habituales. Estas enfermedades autoinmunes atacan los folículos pilosos como si fueran enemigos del cuerpo.

Por otro lado, las causas secundarias incluyen factores externos como quemaduras térmicas o químicas, radioterapia en casos de cáncer, traumatismos físicos e incluso cirugías. También pueden surgir por infecciones graves como tuberculosis cutánea o lepra. En algunos casos, el estrés prolongado ha sido identificado como un desencadenante indirecto al debilitar el sistema inmunitario.

Diagnóstico: cómo identificar la alopecia cicatricial

El diagnóstico de la alopecia cicatricial comienza con una evaluación clínica detallada del cuero cabelludo. Aquí, los especialistas buscan signos característicos como áreas lisas sin folículos pilosos visibles, piel brillante y adherida a planos profundos. En casos inflamatorios, también pueden observarse placas rojas o hiperqueratosis alrededor de las zonas afectadas.

Para confirmar el diagnóstico, se suelen realizar biopsias del cuero cabelludo. Este procedimiento permite identificar si los folículos pilosos han sido reemplazados por tejido fibroso y determinar si existe inflamación activa. Del mismo modo, pruebas complementarias como análisis sanguíneos pueden ayudar a descartar enfermedades autoinmunes subyacentes.

Tratamientos disponibles: ¿hay esperanza?

Aunque la alopecia cicatricial implica una pérdida permanente del cabello en las áreas afectadas, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar su progresión e incluso mejorar la apariencia estética. El primer paso suele ser tratar cualquier inflamación activa con medicamentos inmunomoduladores o corticosteroides tópicos.

En casos avanzados donde los folículos pilosos han sido completamente destruidos, los trasplantes capilares son una opción viable. Estos procedimientos trasladan unidades foliculares desde zonas sanas hacia áreas afectadas para recuperar el cabello perdido. Eso sí, hay que dejar en claro que esto solo es posible si la zona donante está libre de cicatrices.

Preguntas frecuentes sobre la alopecia cicatricial

¿Es posible prevenir la alopecia cicatricial?

En muchos casos no se puede prevenir debido a su origen autoinmune o traumático. Sin embargo, actuar rápidamente ante síntomas iniciales como inflamación o pérdida localizada del cabello puede ayudar a minimizar su impacto.

¿El trasplante capilar es efectivo en todos los casos?

No siempre. Para realizar un trasplante exitoso es necesario que existan zonas donantes saludables sin signos de alopecia cicatricial. Por eso es fundamental realizar una evaluación exhaustiva antes del procedimiento.

¿Qué diferencia hay entre alopecia cicatricial y no cicatricial?

La principal diferencia radica en que en las alopecias no cicatriciales los folículos pilosos permanecen intactos y pueden volver a producir cabello con el tratamiento adecuado. En cambio, en las cicatriciales los folículos son reemplazados por tejido fibroso, lo que hace imposible la regeneración natural del pelo.

La alopecia cicatricial no tiene por qué ser el final: ¡actúa ahora!

Como has visto, la alopecia cicatricial se puede controlar y, en muchos casos, es posible recuperar parte del cabello con trasplantes o tratamientos estéticos, siempre que se detecte a tiempo y se sigan las terapias adecuadas.

Por tanto, si tienes dudas sobre tu salud capilar o sospechas que podrías estar enfrentando esta condición, no lo dejes pasar. Agenda una consulta con nosotros y obtén un diagnóstico preciso para frenar su avance cuanto antes.

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